Este proyecto partía de dos condiciones: una, que tenía que tratarse de una escuela infantil pensada para unos 150 alumnos aproximadamente  y dos, que debía situarse en un gran solar vacío junto al madrileño Mercado de la Cebada, en el barrio de La Latina.

Así se crea Under the mushroom camp, una escuela infantil que sigue la metodología de enseñanza Waldorf e inspirada en Alicia en el Pais de las Maravillas, dónde las aulas adoptan la forma de setas en las que el juego y la imaginación está muy presente.

Esta escuela se encuentra a un desnivel de unos 5 metros con respecto al nivel de la calle, de forma que a simple vista desde el perímetro (con carácter de mirador que se genera desde el borde del solar), parece un campo de setas, llamando la atención de los viandantes.

El acceso a la escuela se lleva a cabo o bien a través de dos de las setas, situadas en cada uno de los dos extremos del solar, o bien por un ascensor de carga situado en una de las esquinas para abastecer el comedor, los vestuarios etc.

Las setas/ aula son seis, pensadas para que sean ocupadas por distintos grupos de edad (desde los 6 a los 12 años) y estén destinadas a un aprendizaje distinto, de tal forma que sea necesario cambiar de aula / seta cada cierto tiempo. Las setas siguen todas la misma estructura, a pesar de tener distintas dimensiones: un tronco, dónde se encuentra el acceso a la planta superior y dónde se sitúa también el aseo de cada aula y el cuerpo de la seta, el aula propiamente dicha, que comunica a su vez con el exterior mediante diversos juegos para los niños: toboganes, tirolinas, paredes de escalada etc. para hacer que asistir a clase sea un juego y no una obligación, fomentando así las ganas de asistir a clase y aprender.

Además, las setas se comunican también entre sí con una serie de pasarelas, sustentadas sobre una subestructura de madera con un mecanismo de cierre para las épocas del año de temperaturas inferiores. También se disponen en el solar una serie de nenúfares / ateliers, que se abren en verano y se cierran en invierno y una serie de «plazas» con gradas para crear un área común de encuentro entre los niños. 

Los usos comunes como el comedor, vestuarios, área de descanso del profesorado etc. se sitúan en el perímetro del solar junto con una serie de huertos urbanos destinados a uso educativo y productivo. Además, algunas de las setas están acondicionadas con depósitos para llevar a cabo procesos de biodigestión y generar energía y abono, optimizando los recursos de la escuela.

La escuela es accesible, es decir, está adaptada para minusválidos, siendo suficientemente amplias las conexiones entre setas y a su vez los troncos de algunas de ellas, disponen de ascensores aptos y con las medidas necesarias para una silla de ruedas.

En cuanto al sistema constructivo de las setas, su estructura se lleva a cabo con una serie de costillas de madera verticales atadas con otras horizontales, generando así un sistema ligero y adaptado a las distintas formas que pueden adoptar las setas. En cuanto al cerramiento de las aulas / seta, en el interior se coloca madera laminada, a continuación una capa de aislante térmico y por último una chapa de acero tratada para el exterior. Finalmente, en el tronco, el aseo posee el mismo cerramiento que el núcleo de la seta pero la cara donde se ubica el acceso a la planta superior, tiene un cerramiento de policarbonato que permite las vistas al resto de la escuela.