El mundo del Siglo XXI es un entorno dinámico y cambiante en el que el papel de la tecnología en general y del mundo virtual en particular tiene cada vez mayor relevancia. Uno de los ejemplos clave de esta relevancia son los videojuegos, una forma de expresión en auge que ha ido ganando terreno al cine y a la fotografía de forma progresiva, hasta convertirse en un fenómeno de masas que genera enormes ingresos.

Ante esta realidad, resulta imprescindible hacerse ciertas preguntas sobre la relación, potencial o ya existente, entre los videojuegos y la arquitectura: ¿Qué pueden aportarse mutuamente? ¿Qué uso del espacio se hace en el universo digital y en qué se diferencia con la realidad? ¿Qué perspectivas de futuro ofrece esta singular simbiosis?

Este trabajo pretende dar respuesta a todos estos interrogantes. Para ello, se abordan cinco videojuegos a modo de “case studies”, tomando como punto central el análisis de la utilización del espacio que se hace en cada uno de ellos y prestando especial atención a los aspectos que resulten interesantes desde el punto de vista arquitectónico.